Tenía yo tres cañas secando en el desván desde hacia tres años.Cortadas en un juncal al lao de casa, concretamente en la menguante de Enero del 2017,que, es la luna y mes adecuados para estos menesteres .Así lo hacían mi padre y mi guelo, no se si bien o mal, pero en mi casa es lo que lo ví.
- Recuerdo perfectamente hasta el más mínimo detalle de una salida a jargos,la pesca previa de la esquila,las cañas con sus Sagarras atadas en lo alto de la baca del Renault 8,los anzuelos Mustad y el hilo Siglon y sobre todo el olor a jargo en el saco de yute,peces de los de verdad.-
Estas, con las que yo quiero enredar, las utilizaré para jigging y, a ver que sale, pues la historia cambia.La caña en bruto tiene la puntera mas doblada que el resto del alma,tiene que ser más fina para éste arte-es lo que requieren sus movimientos- y, eso para enderezarlo, pues cuesta.
Las cimbreé con un plomo de buen peso y aguantaron sin problema,al pulir los nudos y enderezarla calculo que pierda fortaleza.Tiran a semiparabolicas,capacidad de lance y potencia habrá que averiguarlas en la mar. No deja de ser un entretenimiento para echar un rato y matar el aburrimiento en las circunstancias que nos ha tocado vivir.Vamos, que con sacar un buen pez con ellas y que aguanten, ya me conformo,luego pues quedaran en casa decorando probablemente.Nada tendrán que ver con el material que manejamos ahora,eso es así,incontestable e indiscutible, a mi parecer,como tampoco lo es su Made in Cantabria.
Mi aguelo hervía agua,metía un trapo y envolvía con él el tramo que quería enderezar,otros lo hacían con candela,yo tiré de soplete que con cuidau, el resultao es el mismo.
Bueeno,pues aquí estan las tres ya enderechás ...o casi..Las he cortao a 1,90-2:00 y 2:10 mts que son las medidas que yo considero ideales para trabajar en vertical.
Luego ya habrá que ver como se comportan con los señuelos y,si tienen la acción y potencia apropiada para trabajar con lo que yo ando.
Rompí la puntera de la que más me agradaba por afinar en demasía.
Calculo que por ahí me van a venir los problemas cuando las pruebe en la mar,(estética y funcionalidad van reñidas en este caso) ya creo que tengo la solución, pero con estas ya no hay vuelta atrás, otras andan secando.
Ahora toca una manuca de barniz y marcar la posición de las anillas,que viene dada por la conformación de la caña,los tutos o tramos ya te piden donde las tienes que colocar para que hagan su función con deshaogo.
Las hilé a mi parecer,negro y rojo en su mayoría que son los más agradecidos,un buen epoxy y a secar toda una noche dando vueltas en el paratu de fabricación casera y artesana.Tengo que arreglar y colocar el chamizo por cierto, que allá al fondo solo se ve desordeeeeeen.
El corazón ya tiene sus años,tantos como los mios al menos,creo que alguno más incluso.Ya recuerdo usarlo de muy niño.
Es un Sagarra modelo 51 de tamaño pequeño, que entiendo es el complemento ideal para la caña.
No hace nada llevé a reparar un alta gama japonés que andaba por encima de los 500 euros con un año de antigüedad. Fallaba el freno y sonaba un cracrá angustioso en la recogida. Contesta el servicio técnico que es material muy delicado y,que no conviene ejuagarlo con agua dulce al finalizar la jornada como yo hacía.Que hay que pasarle un paño húmedo.No se hizo cargo de la reparación.Yo es que me tengo que callar.
Intento comprar siempre en tienda física,con el tendero enfrente mio,que cuando surgen los problemas a buen seguro que intentará darnos una solución.En mi caso así fue..Asumió el coste de la reparación,detalle que no es pa olvidar.
Total, que ahí queda la cañuca ya terminada, me distraje un ratuco en estos tiempos de internamiento que nos ha tocao vivir.
Lo que uno construye con sus manos tiene otro significado, sobre todo si está cargado de recuerdos y rememoranzas como es el caso. Recuerdos del padre,el abuelo, la infancia, hasta los olores se le vienen a uno a la mente.
Hay que cuidar a nuestros mayores-,en vida- ,luego se les echará en falta a buen seguro.Creo que últimamente les hemos fallao. Ellos con muy poco tiraban y se arreglaban.
Volver al bambú sería de nostálgicos trasnochados podríamos llegar a pensar.Aunque empaparnos de aquella filosofía de vida, si que nos vendría bien a buen seguro.
UN SALUDOTE.